Los profesores Paul Thompson y Thijs Eijsvogels publicaron en la revista ‘American Medical Association Journal’ (JAMA) un estudio en donde comparaban el efecto que tenía las actividades físicas moderadas (como caminar a ritmo rápido o pedalear) y ejercicios más intensos como correr en las patologías cardiovasculares y los fallecimientos.
La carga física más baja para adelgazar y conseguir beneficios para la salud se situaría en los 15 minutos de ejercicio moderado al día, que al cabo de la semana serían unos 105 minutos. Se trataría de la dosis mínima para perder peso. Según esta investigación, aquellos que realizasen una actividad más intensa sólo deberían realizar entre 35 y 70 minutos a la semana para empezar a conseguir ventajas.
Todo esto viene a desmontar las teorías que recomiendan los expertos, que sitúan el tiempo mínimo para obtener beneficios para la salud en los 150 minutos semanales.
Al contrario de lo que se pensaba, también detectaron que no servía de mucho la actividad deportiva vigorosa, ya que ni ayudaba tanto a mejorar la salud y además podía conseguir empeorarla. En este artículo que se publicó en la revista científica, ponen en duda los beneficios de cargas adicionales que en teoría servirían para recuperar con más eficacia, disminuyendo las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Comprobaron que cuando se incrementaba el periodo dedicado a la actividad física hasta las cuatro horas semanales, que ya se puede considerar como algo intenso, no se obtenía nada positivo en materia de salud.
Por lo tanto, la clave puede estar en conseguir un equilibrio en cuanto a tiempos, frecuencias e intensidades. A partir de cierto tiempo ya no se obtienen beneficios por mucho que entrenemos, por lo que no tendría mucho sentido seguir con las sesiones.
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